TRAYECTORIA

  • Dr. Gómez Romeo

    FORMACIÓN ACADÉMICA Médico. Facultad de Ciencias Médicas. Universidad Nacional de Cuyo, Mendoza, Argentina (27 de Octubre de 1983). Especialista en Oftalmología....

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  • Clínica Gomez Romeo

    La clínica Gómez Romeo, cuenta con tecnología de última generación para el diagnóstico de patologías oculares,...

Se llama catarata a la pérdida de transparencia del cristalino. El cristalino es una lente natural que se encuentra inmediatamente detrás de la pupila.

En una persona joven y sana, el cristalino es transparente y elástico. Su transparencia permite que los rayos de luz pasen a través de él, formándose las imágenes en la retina. La elasticidad, convierte al cristalino en una lente multifocal, capaz de enfocar según la distancia de los objetos que miramos, de manera similar al funcionamiento del objetivo de una cámara fotográfica.

Con los años el cristalino pierde elasticidad y aparece la presbicia o "vista cansada" que se corrige con gafas de cerca. La pérdida de transparencia del cristalino (catarata) no permite el paso nítido de la luz a la retina y se pierde visión de forma progresiva. No puede corregirse con gafas y los colirios que supuestamente frenan la evolución no han demostrado ser efectivos.

El único tratamiento de las cataratas es la cirugía, que restablece la transparencia del cristalino.

¿Cuáles son los síntomas?

Dependiendo del tamaño y localización de las zonas opacas del cristalino, la persona no nota en etapas iniciales, que se está desarrollando una catarata.
Cuando la catarata se está formando aparece visión borrosa; en ocasiones visión doble; algunas cataratas provocan una situación paradójica, cuando la persona que las tiene ve mejor en días nublados que en días soleados, o bien deja de necesitar sus gafas de cerca. Progresivamente se hace difícil conducir de noche. Con frecuencia necesita cambios repetidos en la graduación de sus gafas.

Al ir avanzando, la visión va disminuyendo; si no se trata, puede llegar hasta la ceguera.

Catarat y normal

¿Cuál es el mejor momento para operar una catarata?

Cuando la disminución de la visión provocada por la catarata, es capaz de interferir en las actividades habituales del paciente es el momento de operarlas. Antiguamente las cataratas no se operaban hasta que el paciente estaba prácticamente ciego.

Actualmente esta actitud no sólo no tiene sentido, sino que puede conllevar riesgos; la intervención de una catarata muy evolucionada es, en general, más complicada.

En algunas ocasiones, recomendamos la cirugía del cristalino con un objetivo fundamentalmente refractivo: en pacientes présbitas y miopes o hipermétropes altos, la cirugía del cristalino con implante de lente intraocular no sólo les permite con frecuencia mejorar su visión, sino que, al mismo tiempo, les permite prescindir de sus gafas o lentes de contacto durante un gran número de sus actividades diarias.

¿Existe riesgo en la operación?

Todos los tipos de cirugía tienen algún riesgo. Los resultados de la cirugía de catarata, hoy en día, son excelentes y la recuperación visual suele ser rápida y satisfactoria tras la gran mayoría de las intervenciones; pero es importante saber que no pueden ser garantizados, al 100 por 100, al igual que en cualquier otra cirugía.

¿Cómo se realiza la cirugía?

La técnica actual es la llamada facoemulsificación de la catarata, utilizando energía ultrasónica para fragmentarla.

A través de una incisión de unos tres milímetros se extrae el contenido opaco del cristalino dejando el saco transparente que colocando en su interior una lente para sustituir a la lente natural, evitando así la corrección con gruesos anteojos.

La operación propiamente dicha dura unos diez minutos y, en general se realiza con anestesia tópica (gotas anestésicas), de manera que no es necesario ocluir el ojo al finalizar la intervención y el paciente puede ver con el ojo operado al salir del quirófano.

Esta es la técnica habitual para la mayor parte de las cataratas. Se requiere colaboración del paciente para mantener la mirada en la luz del microscopio. Cuando esto no es posible o, en algunos casos de cataratas especiales, se anestesia también la zona alrededor del ojo (anestesia local) en este caso el paciente llevará el ojo ocluido durante varias horas después de la intervención.

La recuperación visual, es en cualquier caso muy rápida pudiendo obtener una visión útil desde las primeras horas de la intervención. Sin embargo, durante los días siguientes a la intervención la capacidad visual mejorará paulatinamente hasta llegar al máximo habitualmente, 2 ó 3 semanas después de la operación.

¿Qué actividades puede desarrollar en el postoperatorio, el paciente operado de cataratas?

  • Puede hacer vida normal, aunque al principio su visión no sea perfecta, puede utilizar el ojo tanto como quiera.
  • Durante los primeros días, debe evitar ejercicios físicos que supongan movimientos bruscos o violentos. Es muy importante no frotarse los ojos.
  • Puede dormir en la posición que más el guste, evitando los primeros días dormir boca abajo.
  • Especialmente durante las primeras semanas, es recomendable utilizar gafas de sol para salir a la calle; no sólo servirán para proteger el ojo, también para evitar el deslumbramiento, algo frecuente tras la intervención.

Respecto al tratamiento

  • Lavar cuidadosamente las manos antes de poner cualquier colirio o pomada en el ojo.
  • Si coinciden dos clases de colirio o pomada al mismo tiempo, es suficiente esperar 15 minutos entre ambas aplicaciones y ponerse las pomadas o ungüentos al final.

 

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